Mientras la explicación original se ha
olvidado, el término
platillo volador se ha convertido en una palabra
habitual. El aspecto y comportamiento de los platillos
voladores de Kenneth
Arnold era bastante diferente de lo que sólo unos años después se caracterizaría
rígidamente en la comprensión pública del término: algo como un
frisbee muy grande y con gran
capacidad de maniobra. (Sagan, 1997)
Debido a los numerosos informes, algunos grupos ufológicos especulan que sería bastante probable
que no se haya informado de muchos otros debido al miedo al ridículo público,
dado el estigma social que se ha creado sobre el tema ovni. Esto ya que en la cultura popular en todo
el mundo, se usa generalmente el término ovni para referirse a cualquier
hipotética nave extraterrestre, aunque la expresión en sí misma
realmente no define la naturaleza del fenómeno. La expresión «platillo volante»
o «platillo volador» también es usada como equivalente para describir a un tipo
de ovni.
Tras la investigación, al no poderse identificar esos objetos voladores ni su
origen el suceso se registró como avistamiento ovni. Sin embargo, cuando un ovni
es identificado como un objeto conocido (por ejemplo, un avión o un globo-sonda
meteorológico), deja de ser ovni y se convierte en objeto volador identificado.
En tales casos es inexacto seguir usando el término para describir el
objeto.
Lo que actualmente se conoce como el «fenómeno ovni» es fundamentalmente un
concepto moderno nacido en la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, hay quienes interpretan algunos
pasajes de la Biblia y de otras tradiciones originadas de
culturas antiguas, como presuntas evidencias de antiguos avistamientos ovni.
Muchos sostienen que, desde el pasado más remoto, el ser humano trató de
adaptar lo que veía a su intelecto, relacionando los distintos avistamientos con
objetos conocidos, cercanos a él.
Dentro de algunos grupos ufológicos y creyentes en el fenómeno, también
existe quienes plantean que muchas de estas referencias antiguas, serían
registros de observaciones reales de supuestas naves alienígenas. También
señalan que, si estos vehículos aéreos estaban tripulados, se produciría
igualmente el contacto con los eventuales seres extraterrestres, quienes
transmitirían a los observadores enseñanzas diversas. Según esta teoría, el
origen de muchas de las civilizaciones del pasado (Egipto, Babilonia, etc.)
radicaría en estos primitivos contactos. Así sostienen que estas supuestas naves
habrían recibido distintas denominaciones en documentos antiguos: vehículo de
los dioses, carros de fuego, vimanas, discos solares, nubes, nubes de fuego, el
Borax Resplandeciente, nubes con ángeles, carro Pushpaka, maruts (todas
ellas en el Ramayana hindú); y también escudo que vuela, luces
cósmicas, perlas luminosas, flechas ígneas, Serpiente de las Nubes, escudo
yacente, espadas voladoras, esferas transparentes, y otros cientos de
nombres recibidos en distintas culturas, que serían claros ejemplos de las
diferentes naves aéreas que surcaban los cielos.
Entre las supuestas pruebas que aportan, estarían también las que Pablo
Sortino y Fernando Martínez Santos han llamado «evidencia atmosférica». Para
estos parapsicólogos, los halos de
santidad que aparecen en las iconografías antiguas, ya sea en la hinduista,
budista y más tarde en las imágenes de los místicos cristianos beatificados, así
como en ciertos grabados de los pueblos americanos precolombinos; de la cual
postulan que no serán más que una cierta rememoración cultural y religiosa de un
aspecto estético de seres divinos, que habrían encerrado literalmente sus
rostros en cápsulas, seguramente para lograr respirar en la Tierra.
Sin embargo, esta hipótesis no deja de ser una explicación ad hoc, ya que las nubes y carros de fuego podrían
ser metáforas empleadas en los relatos religiosos, y no hay ninguna evidencia de
que dichos relatos deban ser interpretados más que de una forma mítica. Así pues
no hay una forma empírica de saber si así ocurrieron los hechos o no; por lo que
decir que se trata de naves extraterrestres podría ser un argumento Ad ignorantiam,
aunque también cabe señalar que tampoco existe absoluta seguridad científica de
que aquellas descripciones sean metáforas religiosas, y bien podrían tratarse de
relatos basados en ciertos hechos reales que fueron malinterpretados como
fenómenos religiosos.
La fase definitiva de avistamientos es posterior a la Segunda
Guerra Mundial y comenzó en los Estados Unidos con el avistamiento que realizó
el hombre de negocios Kenneth Arnold el 24 de junio de 1947 mientras volaba con su avión privado cerca del Monte Rainier, en Washington.[1]
Informó haber visto nueve objetos brillantes con una forma parecida a la de un
ala delta o a un bumerán, volando
sobre una cara del Rainier y dirigiéndose hacia el cercano Monte
Adams a una velocidad increíble, que estimó en, al menos, 1930 kilómetros
por hora, calculando el tiempo que tardaron en viajar entre ambos montes.
Marchaban velozmente como una escuadrilla y se movían como lo hace un disco que rebota en la superficie del
agua. Los periódicos tergiversaron las
palabras exactas de Arnold y describieron los objetos como platillos.
A partir de ese momento, y debido al error de la prensa, empezaron a
describirse avistamientos de objetos en forma de «platillo volante»
(flying saucer), de modo que esta denominación terminó arraigando en el
folclore popular, convirtiéndose en
la habitual para referirse a estos objetos en los años sucesivos.
Posteriormente, otros objetos con formas (de huso, triangulares) o de cigarro puro
desplazaron progresivamente a los avistamientos clásicos.
Pocos días después del avistamiento de Arnold se produjo el conocido como
Incidente Roswell, donde,
supuestamente, una nave tripulada por humanoides se estrelló en Nuevo México, cerca de
una base militar
estadounidense. El Gobierno desmintió cualquier
intervención extraterrestre en el asunto, a pesar de que fue el responsable de
la base de Roswell quien, en un primer momento, declaró a la prensa que el ejército de EEUU había
capturado un platillo volante con sus tripulantes, lo que sin duda acrecentó la
confusión. Los restos encontrados se definieron como parte de experimentos
militares secretos y recientemente se ha añadido que los supuestos cuerpos
alienígenas no eran más que muñecos empleados para pruebas de resistencia
corporal (como los crash test dummies usados en las pruebas de choque de
los automóviles).
Las formas en que se ha observado el fenómeno ovni son muy variadas, además
muchos de ellos son solo informes, por lo que se puede verificar; mientras otras
son algunos vídeos y fotografías, en las cuales se observa el fenómeno, y no se
han detectado pruebas de su falsificación y explicación del fenómeno, por lo que
han sido clasificados como ovnis. Entre las formas que se presenta el fenómeno,
destacan:
- Foo fighters:
fenómeno cuyo nombre deriva del idioma inglés, y significa en español
fantasmas combatientes. Su origen se remonta a la Segunda
Guerra Mundial, dado que los pilotos aviadores combatientes de ambos bandos
(las potencias del Eje y los Aliados) observaron este fenómeno y su
sorpresa fue que los objetos no eran detectados por el radar. Se observaron como luces pequeñas, aparentemente con masa, aunque en algunos casos las pequeñas luces cruzaban
del exterior al interior de las cabinas de los pilotos, su tamaño, según los
informes variaba desde los 10 cm hasta 5 m,
descritas como bolas incandescentes. En la actualidad se considera que los
objetos avistados por los pilotos eran en realidad rayos globulares.
- Esfera: fenómeno que
generalmente se observa como cuerpo
sólido y opaco, aunque han sido
observados avistamientos de esferas translúcidas
o luminosas, rígidas o flexibles. También conocidos
como caneplas.
- Disco: fenómeno que se observaría
con una forma plana, algunas veces abultadas en el centro, luminosas o
presentarían un brillo metálico.
- Cigarro/puro: fenómeno que se ha observado como
formas cilíndricas o similares a cilindros de gran tamaño (comúnmente mayor a
las otras formas descritas), alargada y luminosa, aunque también se han descrito
sin luminosidad o brillo.
- Gusano: fenómeno que se
presenta con una forma alargada con apariencia tubular, con un movimiento
aparentemente similar al de los gusanos. Entre los ufólogos y la criptozoología,
es conocido como Rod. Se dice que
igualmente expulsarían objetos esféricos en la atmósfera.
- Triángulo o
delta: fenómeno en el que han sido observadas posibles naves con forma
triangular, generalmente tienen una luz en cada vértice. En esta última
descripción se discute su verdadera categoría como ovni; y la mayoría de los
investigadores atribuyen su origen como aeronaves terrestres de carácter experimental o
secreto, desconocidas solo para el mundo civil.
- Sin embargo, el por aquel entonces responsable de la NASA en España y
director de la estación de seguimiento de Fresnedillas, Luis Ruiz de
Gopegui, dio una versión diferente y prosaica: el astronauta John Young del
Apolo 16 tuvo molestias estomacales durante la misión, y los astronautas podían
tener conversaciones privadas con los médicos si así lo deseaban. Cuando habló
con el médico sobre sus síntomas, pidió que la conversación fuera privada, así
que en las estaciones de seguimiento se pidió a los periodistas que salieran
para que no oyeran la comunicación.[15] Las presuntas pruebas de que los
astronautas del programa
Apolo vieron ovnis en la Luna han sido rebatidas por algunos
especialistas.[16]
La principal prueba consistía en una señal de audio ficticia realizada por
actores para un documental de broma de la televisión británica, el 20 de junio de 1977, llamado Alternativa 3. En el momento del paseo lunar
del Apolo 11, las imágenes estaban siendo retransmitidas a todo el mundo por las
otras dos antenas de la Red del Espacio Profundo (Goldstone y
Camberra), no por la antena de Robledo de Chavela, por lo que difícilmente la
salida de los periodistas tuvo que ver con supuestos ovnis. El paseo lunar del
Apolo 11 puede verse íntegro en Internet, en la web del Apollo Lunar Surface
Journal. Sin embargo, los detractores aducen que este paseo lunar que se
puede visionar ha sido manipulado y censurado en buena parte de su metraje
(véase Acusaciones
de falsificación en los alunizajes del Programa Apolo).
El día 20 de abril de 1995 según archivos desclasificados por el
ministro Otonelli,
fueron divisados en una zona uruguaya conocida como El Pinar, unos objetos voladores no identificados.
Según el secretario de cartera, Egar
Savio, las naves tenían un método de vuelo no convencional, lo que fue
verificado por Ismael Aguirre Viejót, ex empleado de la NASA residente en Uruguay. El caso más impresionante es el
de la ciudad de Cardona, Soriano.