

San Moisés el Moro (también el Etíope) (330-405), nació en Egipto y era un esclavo que ya de joven se convirtió en bandido. Se hizo líder de una pandilla que aterrorizaba el valle del Nilo. Una vez le ocurrió que, huyendo de la policía, encontró refugio en una colonia de monjes en el desierto al oeste de Alejandría.
La paz de la vida monástica y la benevolencia de los
monjes le
conmovió tanto que se arrepintió de sus crímenes y decidió quedarse con
ellos. Con el tiempo tomó hábitos y fue ordenado primero
diácono
y luego sacerdote. Los monjes del desierto le hicieron su líder debido a
la experiencia y cualidades espiritueles que poseía. Cuando una vez
llegó a saber que su monasterio iba a ser atacado por los bandidos, les
dijo a los monjes que no rechazaran al enemigo, sino que evitaran
cualquier violencia y se escondiesen en un lugar seguro, mientras que él
se quedó, acompañado por unos discípulos suyos, para encontrar la
muerte de las manos del oficio que él mismo tuvo de joven. Él y otros
seis
monjes murieron como mártires a manos de los bandidos cerca del año
400. Hoy día sus reliquias reposan en el monasterio de Paromeos en el
norte de
Egipto.
SAN MOISES
EL NEGRO
Nacio en Etiopía el año 330dc.
Nacido en la esclavitud y la violencia. Abrazó la fé cristiana. Asesinado en 405 a los 75 años de edad.
Fue canonizado "Santo de la no violencia"
Santo patron del continente africano.